Hace poco di a parar con esta carta arrugada, he podido reconstruir pequeños pedazos. Y me gusta tanto que quiero compratirla:
"...No poseía absolutamente nada. Y no tenía nada que ofrecer. Y por ello mismo, no tenía nada que perder.
Aun recuerdo estar dando vueltas sin rumbo, andando descalza. Mojándome los días de lluvia, saltando por los charcos...
Aun recuerdo aquella luz. Los días brillantes. Llegando al otro lado del río. Sin meta. Sin final. Por pura diversión. Para después tener que volver. A veces sola, a veces con gente...
Aun recuerdo las noches de verano. Los tragos amargos de tequila. Los vestidos blancos y las flores. Los manjares.
...Era una simple alma perdida. Un espíritu libre. Un ángel sin alas. O eso quiero creer.
...Hace mucho que quiero llevarte a todos esos sitios mágicos prohibidos en los que el agua nunca ha sido ni tan clara ni tan dulce. Si te portas bien, vendrás conmigo. Hace mucho tiempo que no voy y ya es hora de volver..."
No he podido recuperar más. Pero creo que es suficiente. La he leido cientos de veces y no puedo parar de leerla. Yo también quiero ir a esos sitios mágicos prohibidos.. y quiero que tú vengas conmigo.
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